Las plantaciones de chopo pueden ser atacadas por ciertas plagas (insecto) y enfermedades (generalmente hongos). Estos ataques no suelen ser importantes y es normal que en cierta medida, nos encontremos con pequeños daños aislados provocados por este tipo de organismos.
Para intervenir con un tratamiento agresivo (con preparados químicos), el nivel de ataque tiene que ser tan fuerte como para disminuir o anular el crecimiento de los árboles, de otra forma y creciendo normalmente y con vigor, el chopo asume perfectamente estos organismos sin afectarle lo más mínimo.
Las condiciones medioambientales en Castilla y León son particularmente sanas y poco favorables para el desarrollo de enfermedades: inviernos muy fríos y veranos calurosos con baja humedad ambiental por lo que no es corriente encontrarse con problemas de este tipo.
Las plagas de insectos que pueden debilitar el árbol ocurren cada cierto número de años y son fáciles de tratar, estos insectos son defoliadores (comen hojas), y sí pueden llegar a anular o incluso secar el árbol. El peligro afecta sobre todo a árboles jóvenes (un año o dos) con poco volumen de hojas y con las que las orugas acaban fácilmente y de forma repetida durante la primavera y el verano. Cuando una chopera presenta gran número de ataques de insectos perforadores de madera indica que no está creciendo en buenas condiciones.
Los incendios forestales
Los daños producidos por plagas y enfermedades expuestos en el apartado anterior se clasifican como “bióticos”, ya que son producidos por organismos vivos. Sin embargo, existen otro tipo de factores que pueden afectar a la persistencia de la plantación: los factores “abióticos”. El más importante de los factores abiótico es el fuego, que puede producir efectos tan variables como la depreciación de la madera o la muerte del árbol.
Los gradeos junto con el mantenimiento de una cubierta de copas adecuada, constituye el seguro de estabilidad básico de la masa frente al peligro de incendio. Los incendios forestales originan al propietario unas pérdidas en las inversiones realizadas y en la posibilidad de obtener unas rentas dentro de los años que le quedasen de turno a la chopera.
Mantener la vegetación en las calles tiene como efecto negativo el incrementar el riesgo de incendio en el estío.
Otro importante factor abiótico es el viento, que puede llegar a deformar nuestro cultivo si es intenso y continuo a lo largo del año.